sábado, 28 de agosto de 2010

Fulana

¿Qué vas a hacer ahora?
¿esconderte en la virginal imagen del sueño sublime?
Ocultarte en el lenguaje sin sentido.
Resguardar el corazón, lo que te queda,
de lanzas y espadas y palos, con puntas, ¿de qué?
¿de largos cabellos que exijan entrega?

¿Qué vas a decir?
serás inocente hasta el letargo,
¿qué letras niñas ahora verán la luz?
que blancas las rosas que tiene tu pelo,
¿de qué vas a hablar, si hablar te da miedo?
¿qué escondes fulana en la boca?,
¿será el regalo que me regalabas?
¿será lo que en la noche por tus labios resbala?

¿Fulana,
Fulana,
qué pasa
Fulana?

No
encontrás salida, no encontrás cama.
No ves las hamacas donde te hamacabas,
se han ido fulana. Han excavado la tierra, ¿también se escondieron?, ¡Oh!, sí.
¿De qué, fulana?
¿qué pasa, Fulana?

¿Dónde vas a ir ahora?
A otro sueño quizá
a otro sueño tal vez,
¿a ese sueño que soñabas soñando soñar conmigo?,
ese mundo ha quedado vedado.
Es la utopia indeseada.
Se ha convertido en luz, quizá para vos;
se ha consumido una vela,
en palabras mías.

¡Fuera! fulana de tantos,
desfloran tus peores encantos,
ahora se abren tus miembros,
te desmiembras fulana.
Afuera, las flores no besan el cielo,
aquí nacen de la tierra, y a la tierra se entregan.

Y vos, que fuiste una flor Fulana
que fuiste el fuego, que fuiste.
¿Qué fuiste Fulana?,
que no fuiste de tal
que eras libre,
que vivías libre.
fulana ¿dónde te entregás?

viernes, 27 de agosto de 2010

Laura

Crees dejar escapar en un devenir de placer

jirones escarlata por suelo del baño,

crees que mueren los pasos en falso

en tu propio dolor,

Que vives por que tu desgracia es respirar;

que una cicatriz puede solucionar los errores

que no remedia el amor.

Te ves tan feliz que no dejas notar

el surco que marcas cada vez que te odias,

creyendo que al dividir tu piel cambiaras.

Pensando que tu desgracia es respirar

y haciendo de una simple piedra una vorágine

de espasmos amargos en tu estomago,

pretendiendo extinguirlos con la aceptación

de que tu felicidad se escapa, y no es nada más

que tu decisión.

Y yo acá sentado tratando de darte

el calor que te falta en tu invierno,

amándote hasta el delirio, viajando al averno

a buscarte donde quieres quedarte,

esperando que veas que mi amor es eterno,

y que el dolor, de la vida es solo una parte.

jueves, 26 de agosto de 2010

Caminos


“Quisiera hablar de la vida”… si tal vez me fuera un instante posible, quisiera que, en ese instante se corporice tu alma de vuelta, y me reprenda.
Estoy tirado, abandonado en compañía de otros seres que, como yo, caminan. Estoy sobre un camino sabiendo solo una cosa: algún día encontraré un cartel que diga “Fin”.
Es eso. Un camino. La vida que tanto defendemos, a la que tanto nos aferramos es un camino. Un día se nos dio una dirección, se nos puso sobre este sendero, y así vamos. Somos, nada más ni nada menos que unos caminantes.
Es eso, un camino. Cada cosa, cada acto, cada beso, todos los Hola, como andas, una esquina. Cada encuentro es una esquina con otro camino. Con el sendero de otros, con la vida de otros.
Entonces, la vida no es solo un camino. Será entonces un enrejado de sendas, un entramado de esquinas. No lo sé. Lo único que sé es que algún día, por más que caminemos o nos detengamos antes, algún día en ese caminar, se nos acaba el camino.
Sí, temo que se me tome por pesimista, por eso aclararé mi posición, si gustan en llamar de esta manera a esto.
No podría, aunque quisiera, refutar el final del camino, de eso estoy completamente seguro. Lo que quiero decir, y tratare de ser lo mas simple y claro que me sea posible, es que uno nunca sabe dónde va, y sin embargo siempre, siempre, llegara al final del camino. No hay otra posibilidad. Es lo único a lo que no le podemos escapar. Después, cualquier esquina nos redime o condena según una elección.
Eso es otro tema. La elección, la decisión, la condena dirán algunos. Pero la condena viene después. Y una vez hemos elegido en cual de todas las esquinas doblar, ya está, no podemos volver atrás, a menos que otro camino paralelo nos haga una curva en U y retornemos. Pero, y en sentido estricto, ese retorno será no ya un volver por nuestros pasos sino el ver nuestros pasos y arrepentirnos o alimentar el ego desde un costado. Lo que es igual a decir que nada cambiamos mirando.
Entonces, creo que fui más pesimista en esta empresa por no pecar de tal.
Pero no importa, espero sepan entender mi postura.
Un camino, nos abre a muchos otros. Una esquina, la elección de esa esquina, también, y así nos cierra otras. Todo no se puede. Algunos se han ido, y nosotros seguimos caminando, y pase lo que pase, tendremos que seguir.